Publicado, 11/23/2023
El 21 de noviembre de 2022, el gobierno retomó diálogos de paz con el ELN, después de que estos finalizaran en 2019. La noche del 31 de diciembre de 2022, Gustavo Petro anunció que se había llegado a un cese bilateral al fuego de 6 meses con la guerrilla del ELN, afirmación que se recogió en un artículo aún vigente en el sitio web de su presidencia. Sin embargo, poco después, el grupo insurgente contestó en un comunicado del primero de enero de 2023, publicado en su sitio web: "La Delegación de Diálogos del ELN no ha discutido con el Gobierno de Gustavo Petro ninguna propuesta de cese el fuego bilateral, por tanto aún no existe ningún acuerdo en esa materia", desmintiendo las afirmaciones del presidente.
Una de las propuestas de Petro en la carrera a la presidencia fue que el servicio diplomático privilegiara mérito y experiencia para nombrar funcionarios. La presidenta de la unión de funcionarios de carrera diplomática y consular (Unidiplo), Maria Angélica García, denuncia que hay favoritismos en las elecciones de nombramientos diplomáticos en gobierno Petro, al cual le hicieron 22 demandas al respecto. Por ejemplo, el gobierno nombró como cónsul en Cancún a la hermana de Jaime Garzón, María Soledad Garzón, quien no muestra experiencia en la carrera consular.
+ Leer mas.En medio del torbellino de controversias y declaraciones extravagantes que caracterizan al presidente Gustavo Petro, recientemente se ha sumergido en un nuevo debate sobre el uso de la insulina como método para perder peso. Las afirmaciones del mandatario colombiano han generado una ola de escepticismo y confusión entre la población, especialmente entre aquellos que padecen de diabetes y dependen de este vital medicamento. La escasez de medicamentos en Colombia, un problema recurrente que afecta a cientos de pacientes, ha llevado al presidente Petro a lanzar afirmaciones controvertidas sobre el uso indebido de la insulina con fines de adelgazamiento. Sin embargo, ¿qué tan cierta es esta afirmación? ¿Realmente la insulina es un arma secreta para perder esos kilos de más? Según el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), la escasez de insulina se ha convertido en un problema alarmante en el país. Tres tipos específicos de este medicamento, Degludec, Lispro y Glargina, están en riesgo de desabastecimiento, lo que pone en peligro la salud de los pacientes diabéticos que dependen de ellos para controlar su nivel de azúcar en la sangre. Ante esta crisis de suministro, el presidente Petro ha sugerido que algunos individuos están utilizando la insulina como un medio para perder peso. Sin embargo, los expertos médicos han desestimado esta afirmación, señalando que la insulina no es un medicamento diseñado para este propósito y su uso indebido puede tener consecuencias graves para la salud. El médico diabetólogo Carlos Mendivil ha destacado que el uso no autorizado de la insulina puede llevar a hipoglucemias peligrosas, causando síntomas como hambre, sudoración y pérdida de conocimiento. Además, el abuso de este medicamento puede provocar daño neurológico e incluso ser fatal para el paciente. Por otro lado, se ha mencionado la existencia de otros medicamentos, como Ozempic y Saxenda, que han ganado popularidad como tratamientos para la obesidad. Estos fármacos, aunque no son insulina, tienen la capacidad de influir en el metabolismo y la sensación de saciedad, lo que los hace atractivos para aquellos que buscan perder peso de manera rápida y efectiva. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos medicamentos no están exentos de riesgos y deben ser utilizados bajo supervisión médica. El uso indebido de Ozempic y Saxenda puede tener efectos secundarios graves, incluida la inflamación del páncreas y otros problemas de salud. Las declaraciones del presidente Petro sobre el uso de la insulina para adelgazar han sido cuestionadas por la comunidad médica y los pacientes diabéticos, quienes han expresado su preocupación por la falta de acceso a este medicamento vital. En lugar de enfocarse en soluciones efectivas para la escasez de medicamentos, el presidente parece haber optado por desviar la atención hacia un problema que carece de fundamento científico. En conclusión, la idea de que la insulina es un remedio milagroso para perder peso parece ser otra exageración del presidente Petro. En un momento en que la población necesita líderes que aborden los problemas de manera responsable y basada en evidencia, las declaraciones sensacionalistas solo sirven para sembrar confusión y desconfianza. Es hora de dejar de lado las exageraciones y trabajar juntos para encontrar soluciones reales a los problemas de salud que enfrenta nuestro país.
+ Leer mas.En un contexto de creciente tensión política y social, las masivas marchas del 21 de abril contra el gobierno de Gustavo Petro marcaron un punto de inflexión en Colombia. Con cientos de miles de personas tomando las calles en varias ciudades del país, el presidente Petro y su equipo se vieron enfrentados a una ola de descontento que, aunque potente y visualmente impactante, fue rápidamente minimizada por el gobierno. El presidente Petro se refirió a la marcha como "débil" y sugirió que formaba parte de un supuesto "golpe blando". Sin embargo, el tono crítico de sus respuestas y el rechazo a reconocer la magnitud del descontento han generado preocupaciones sobre su disposición para escuchar al pueblo. Una marcha masiva ignorada por el gobierno: La magnitud de las marchas del 21 de abril fue considerable. En Bogotá, según la Secretaría de Gobierno, más de 100.000 personas participaron en la manifestación, a pesar de la lluvia y las bajas temperaturas. En Medellín, el número superó los 350.000, según la administración local, y otras ciudades como Cali, Barranquilla y Bucaramanga también reportaron importantes concentraciones de manifestantes. A nivel nacional, se estima que más de dos millones de personas participaron en las marchas. Sin embargo, el presidente Petro, en un mensaje publicado en redes sociales, afirmó que solo 250.000 personas marcharon en todo el país y que las manifestaciones fueron "débiles". La respuesta de Petro no solo minimiza la magnitud de las marchas, sino que también sugiere una actitud de soberbia ante las preocupaciones de la ciudadanía. Desde la perspectiva del gobierno, estas manifestaciones forman parte de un supuesto "golpe blando", un término utilizado por Petro para describir cualquier intento de oposición a su mandato. A través de mensajes en sus redes sociales, Petro continuó insistiendo en que las marchas tenían la intención de derrocar su gobierno y que estaban motivadas por odio y desinformación. El descontento ciudadano y las reacciones críticas: La resistencia ciudadana, sin embargo, no puede ser descartada tan fácilmente. Los participantes en las marchas incluyeron ciudadanos de todas las edades y profesiones, así como representantes de varios sectores de la sociedad. La oposición a las reformas de Petro, especialmente en temas como la salud, la educación y el trabajo, fue uno de los principales motivos de la protesta. La participación de las 'Batas Blancas', la Asociación Colombiana de Cirugía y la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, entre otras organizaciones médicas, reflejó la preocupación por el sistema de salud y la propuesta de reforma del gobierno. Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), emitió un mensaje más conciliador, reconociendo la gran cantidad de personas que se movilizaron y sugiriendo la necesidad de reflexión y autocrítica. Sin embargo, estas palabras contrastan con la actitud del presidente Petro, quien se mostró reacio a aceptar el alcance de las marchas y siguió insistiendo en la narrativa del "golpe blando". El senador Humberto de la Calle también expresó su descontento, instando a Petro a "modificar su gabinete" y a buscar acuerdos con la oposición. La dificultad de escuchar y la soberbia del gobierno: La respuesta de Petro refleja una falta de disposición para escuchar a la ciudadanía y una tendencia a deslegitimar el derecho a la protesta. El tono de sus mensajes, que sugiere que las marchas estaban motivadas por odio y que los manifestantes representan a la "clase dominante", ha generado inquietud sobre su capacidad para gobernar de manera inclusiva y abierta al diálogo. El desafío para el presidente Petro es claro: reconocer el descontento de un amplio sector de la sociedad y buscar soluciones que permitan abordar las preocupaciones expresadas en las marchas. Sin embargo, su respuesta a las manifestaciones sugiere que, por ahora, el gobierno está más interesado en desacreditar a los opositores que en atender sus demandas. Esta actitud puede aumentar la tensión y la polarización, alejando aún más al gobierno de la población que supuestamente representa.
+ Leer mas.Recientemente, el gobierno del presidente Gustavo Petro se vio obligado a reconocer la inviabilidad del prometido tren elevado que uniría Buenaventura con Barranquilla, una promesa clave de su campaña presidencial de 2022. Esta declaración, realizada por el saliente ministro de transporte, William Camargo, en una entrevista con Blu Radio, destacó las altas expectativas y los desafíos económicos que rodean los grandes proyectos de infraestructura en Colombia. Según el análisis detallado realizado por el Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), este proyecto no era financieramente viable. Camargo, quien sería reemplazado por la viceministra María Constanza García, afirmó que "la idea del tren elevado de Buenaventura a Barranquilla es inviable para ejecutar en el país". Alternativas propuestas. Ante la imposibilidad de realizar el proyecto del tren elevado, el gobierno presentó dos alternativas viables para conectar los océanos Pacífico y Atlántico mediante vías férreas. La primera opción es el tren Cupica – Darién, un proyecto que ya cuenta con un perfil elaborado y que está en proceso de consulta previa ya que cualquier proyecto de esta magnitud debe ser aprobado por la población local mediante una consulta. "No podemos adelantar el proyecto, la construcción que se paga con el mismo peaje de los contenedores, si la población indígena y la población negra que habita el territorio no lo decide", afirmó Petro. Este tramo, de aproximadamente 260 km, ofrecería una conexión transoceánica similar pero en una distancia más corta y con menores costos operativos. La segunda alternativa es utilizar los corredores ferroviarios existentes, específicamente el Ferrocarril del Pacífico y la conexión entre La Dorada y Santa Marta. Esta propuesta se basa en la infraestructura ya existente y busca revitalizar los tramos férreos que han sido utilizados durante décadas. Avances en prefactibilidad y concesiones. El gobierno está avanzando en la prefactibilidad del proyecto del tren Cupica – Darién y su conexión con La Dorada a través de la zona de La Felisa. Una consultoría está en proceso de finalizar los detalles específicos de este proyecto. En cuanto a la segunda alternativa, la utilización de corredores ferroviarios existentes, el tramo Dorada – Chiriguaná ya cuenta con un contrato de obra pública, y en unos meses se abrirá una Asociación Público-Privada (APP) para concesionar este corredor por un período de 10 años. Este proyecto permitirá unir Buenaventura con Santa Marta mediante los corredores ferroviarios que han existido en el país durante décadas. Costos y desafíos futuristas. El costo estimado del proyecto del tren transoceánico entre Cupica y Darién es de unos $60 billones, según el ministro de Transporte, William Camargo. Este proyecto, que sería adjudicado a un privado en caso de aprobarse, se desarrollaría en un plazo de cinco años. Sin embargo, la viabilidad de este megaproyecto aún depende de la opinión de las comunidades locales, lo que añade una capa adicional de complejidad a su ejecución. En definitiva, la obsesión de Petro con los trenes, aunque ambiciosa, enfrenta desafíos significativos en términos de financiación, aprobación comunitaria y capacidad de ejecución. El tiempo dirá si estas nuevas propuestas pueden cumplir con las expectativas y necesidades de conectividad del país.
+ Leer mas.A dos años de la presidencia de Gustavo Petro, los resultados de su política estrella, la denominada "Paz Total", se revelan como un estrepitoso fracaso. La ambiciosa iniciativa de Petro, que pretendía negociar simultáneamente con diferentes grupos armados ilegales para alcanzar una paz integral, ha terminado por exacerbar la violencia en lugar de contenerla. Con cifras alarmantes y un contexto cada vez más sombrío, la realidad de Colombia hoy es más violenta y fragmentada que cuando Petro asumió el poder. El fracaso en números: El balance de la violencia Desde que asumió el cargo, Petro prometió una solución rápida y efectiva a la violencia que azota al país, asegurando que en solo tres meses podría resolver el conflicto con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Sin embargo, esa promesa no solo no se ha cumplido, sino que la situación ha empeorado dramáticamente. A julio de 2024, las estadísticas son escalofriantes: el secuestro ha aumentado un 70% y la extorsión un 29%, según reconoció el propio ministro de Defensa, Iván Velásquez. En el plano de la violencia letal, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) reportó que, hasta abril de 2024, al menos 57 líderes sociales fueron asesinados y se registraron 21 masacres en diferentes regiones del país. Estas cifras no son solo números fríos, sino el reflejo de una realidad cada vez más desoladora y angustiante para las comunidades en los territorios más afectados por el conflicto. Imprevisión y falta de estrategia: factores que hace tambalear a la Paz Total La improvisación ha sido la marca distintiva de la Paz Total. Desde las visitas iniciales de Juan Fernando Petro, hermano del presidente, a narcotraficantes, paramilitares y guerrilleros en las cárceles del país durante la campaña electoral, hasta la actual desorganización en las mesas de negociación, la política de paz de Petro ha estado plagada de errores estratégicos y falta de claridad. Uno de los ejemplos más evidentes es el desorden en la negociación con el ELN. Aunque el 24 de mayo de 2024 el gobierno logró acordar un primer punto en la agenda de negociación en Caracas, Venezuela, lo cierto es que el ELN sigue fortaleciendo su capacidad militar y ejerciendo control territorial en vastas regiones del país. Mientras el gobierno evalúa la posibilidad de sacar a este grupo de la lista de Grupos Armados Organizados (GAO) y de la lista de "grupos terroristas", el ELN sigue secuestrando, extorsionando y reclutando menores, lo que evidencia la falta de un verdadero control del proceso por parte del Ejecutivo. La situación con las disidencias de las Farc, bajo el mando de alias “Iván Mordisco”, no es menos grave. Estas facciones no solo han intensificado su control territorial en departamentos como Cauca, Valle del Cauca y Nariño, sino que han desarrollado nuevas tácticas de combate, incluyendo el uso de drones para bombardear posiciones del Ejército y la Policía, una estrategia que las fuerzas militares colombianas aún no han podido contrarrestar. El ELN y el Clan del Golfo: Los grandes ganadores Mientras el gobierno de Petro insiste en mantener abiertas las negociaciones, grupos ilegales como el ELN y el Clan del Golfo han aprovechado la situación para ganar tiempo y fortalecerse militarmente. El Clan del Golfo, por ejemplo, ha expandido su presencia a 392 municipios, casi 140 más que en 2022, antes de la llegada de Petro al poder. Su poderío militar y control territorial se han incrementado significativamente, lo que pone en duda la verdadera voluntad de paz de estos grupos y la efectividad de cualquier negociación que se pueda llevar a cabo. Del mismo modo, el pasado abril, el gobierno incluso otorgó estatus político a la Segunda Marquetalia y al Estado Mayor Central (EMC), lo que ha generado una gran controversia. Este reconocimiento no solo es un premio para quienes incumplieron los acuerdos de paz anteriores, sino que sienta un peligroso precedente: ¿por qué negociar un sometimiento si pueden aspirar a un estatus político que les brinde mayores beneficios? Esta decisión ha sido criticada por analistas como Carlos Charry, quien señala que la Paz Total es un reflejo de la falta de realismo del gobierno Petro al enfrentar simultáneamente a diferentes grupos armados, con orígenes y liderazgos fragmentados. El futuro de la Paz Total: ¿Hay esperanza? A medida que el gobierno se adentra en la segunda mitad de su mandato, la pregunta que surge es si tiene sentido continuar con un proyecto que ha demostrado ser tan inoperante e ineficaz. La desconfianza de la sociedad civil en la capacidad del gobierno para manejar estas negociaciones se ha incrementado, lo que dificulta aún más cualquier intento de avanzar en los diálogos. La posibilidad de que el ELN esté esperando al próximo gobierno para negociar, como lo han hecho en el pasado, añade un elemento de incertidumbre que amenaza con perpetuar el conflicto. Los analistas coinciden en que la única opción viable sería que el gobierno revalúe su estrategia y enfoque sus esfuerzos en negociaciones que realmente puedan dar resultados efectivos, tal vez concentrándose en acuerdos con "grupos ilegales urbanos", como los del Valle de Aburrá en Antioquia o algunos grupos armados de Buenaventura. Sin embargo, el tiempo se agota y la paciencia de los colombianos también. La Paz Total, un espejismo que se desvanece La Paz Total de Petro se perfila sin duda alguna como el mayor fracaso de su administración. Lo que comenzó como una promesa ambiciosa de pacificación nacional se ha transformado en un proceso desordenado y caótico que ha permitido a los grupos armados ilegales fortalecerse y ampliar su control sobre el territorio. Mientras tanto, el país continúa sumido en la violencia, con una sociedad cada vez más desilusionada por las promesas incumplidas de paz y la improvisación con la que esta se ha planteado. El gobierno debe aceptar la realidad, la Paz Total, tal como se estructuró, no es viable. Es hora de replantear la estrategia y adoptar medidas que realmente puedan conducir a la paz y la estabilidad que Colombia tanto necesita. De lo contrario, el legado de Gustavo Petro será recordado no por la paz que prometió, sino por la guerra que no pudo detener y la ola de violencia que disparó.
+ Leer mas.(1)
Nacido hace 64 años en Ciénaga de Oro, Córdoba. Es un político y economista colombiano, actualmente presidente de Colombia desde el 7 de agosto de 2022. A lo largo de su carrera, Petro ha sido una figura influyente en la política colombiana, destacándose por su papel como líder de izquierda y su activismo en diversos movimientos sociales y políticos. Petro comenzó su vida en Ciénaga de Oro, pero se trasladó a Zipaquirá, donde completó su educación básica y secundaria en el Colegio de La Salle. Su interés por la política y la justicia social lo llevó a involucrarse en el Movimiento 19 de Abril (M-19), un grupo guerrillero que buscaba un cambio radical en el sistema político colombiano. Durante su tiempo en el M-19, Petro asumió el alias de "Aureliano", en referencia al personaje de la novela "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez. En 1984, Petro, entonces concejal de Zipaquirá, reveló su militancia en el M-19 y pasó a la clandestinidad. Fue capturado en octubre de 1985 y estuvo en prisión durante dos años, acusado de porte ilegal de armas. Sin embargo, después se demostró que el militar que supuestamente lo torturó no estaba en el país en ese momento. Tras su liberación en 1987, participó en el proceso de paz entre el M-19 y el gobierno de Virgilio Barco. En el ámbito político, Petro ha tenido una carrera diversa. Fue asesor de la Gobernación de Cundinamarca entre 1990 y 1991 y cofundador del partido político Alianza Democrática M-19, con el que participó en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. Posteriormente, realizó estudios en Bélgica y España en administración y desarrollo. Regresó a Colombia y fue elegido para la Cámara de Representantes en 1998 por el Movimiento Vía Alterna, permaneciendo en el cargo hasta 2006. Luego se unió al Polo Democrático Alternativo (PDA) y, en 2009, renunció para aspirar a la presidencia en 2010, aunque no tuvo éxito. Petro fundó el Movimiento Progresistas, que más tarde se convirtió en Colombia Humana, y fue elegido alcalde de Bogotá en 2011. Su administración fue criticada por la politización y el caos que se vivió en la ciudad, aunque él seguía siendo un defensor de sus políticas. En 2018, Petro se postuló nuevamente para la presidencia, siendo derrotado en la segunda vuelta por Iván Duque. Sin embargo, su papel como candidato de la izquierda en Colombia siguió creciendo. En las elecciones presidenciales de 2022, Petro se presentó como el candidato de la coalición Pacto Histórico, ganando la primera vuelta y posteriormente venciendo a Rodolfo Hernández en la segunda vuelta. Su victoria marcó la primera vez que un presidente de izquierda asumía el poder en Colombia. Desde su toma de posesión, ha impulsado varias reformas, incluyendo la tributaria, agraria, de salud y energética, en un intento por cumplir con las promesas de su campaña.
(1)
Abogada de la Universidad Santiago de Cali. Fue candidata a la cámara de representantes en 2018, presidente del Comité Nacional del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia en el 2020; se presentó como precandidata a la presidencia en el 2022 en la campaña del Pacto Histórico ocupando el segundo lugar, razón por la cual Gustavo Petro decidió nombrarla como formula para su campaña presidencial. Premio Nacional de derechos humanos (2015) Premio ambiental Goldman (2018)
(1)
Estudió relaciones internacionales en la Universidad Militar Nueva Granada (2015), Especialista en Marketing Político y Estrategias de Campaña en la Universidad Externado de Colombia (2019) y Máster en Comunicación Política en la Universidad Externado de Colombia (2020). Sarabia se ha desempeñado como asesora legislativa y de comunicaciones en el Congreso de la República y como asesora política del partido de la U entre el 2017 y el 2022, también participó de la campaña electoral del actual presidente Gustavo Petro y coordinando sus actividades como jefe de estado desde su elección hasta su suspensión del cargo tras el escándalo por el uso del polígrafo con su niñera. Actualmente ejerce como directora del Departamento de Prosperidad Social.
(1)
Es un distinguido influencer (principalmente de la plataforma Youtube) de tendencia conservadora que llegó a la política colombiana bajo el aval del Partido Alianza Verde y la Coalición Centro Esperanza, siendo el tercer candidato mas votado en las listas abiertas. Jota Pe como se le conoce obtuvo su respaldo social y político tras todo el contenido elaborado y trasmitido en redes sociales durante el paro nacional del 2021 y su fuerte oposición al partido político Centro Democrático y al uribismo en ese momento; situación que tras su elección como Senador ha sido fuertemente criticada ya que ha tomado puntos en común con el Centro Democrático y Cambio Radical en el Congreso de la República para hacer una fuerte oposición al gobierno de Gustavo Petro.
(1)
Mayormente conocido por su carrera en la televisión colombiana como actor y presentador (Caracol televisión) decidió iniciar vida política lanzándose como candidato a la cámara de representantes con el aval del Pacto Histórico siendo elegido bajo lista cerrada, su carrera política se distingue por su cercanía a la primera dama Verónica Alcocer y su papel de apoyo a las diferentes reformas del presidente Gustavo Petro.