Publicado, 3/24/2024
Para el año 2022 ‘La Contraloría General de la Nación’ ha etiquetado este proyecto como el "elefante blanco" más costoso para el departamento, con un detrimento patrimonial que supera los 112 mil millones de pesos; sin embargo bajo el espejismo de un progreso esperado, se alzó Central Park en Bello, Antioquia, como una proeza en el horizonte del desarrollo. No obstante, tras bambalinas, la realidad refleja una historia de desafíos y controversias que arrojan luces y sombras sobre la gestión del exgobernador Luis Pérez. La Contraloría destapó un escenario de irregularidades en el proyecto, marcando el inicio de un proceso de responsabilidad fiscal contra 16 personas, incluyendo destacados nombres como Juan David Gómez, Bernardo Artega, Mauricio García, Liliana Sofía Sánchez, y Sergio Roldán, entre otros. Además, seis aseguradoras fueron llamadas como terceros civilmente responsables. Las cifras abrumadoras ascienden a una pérdida de recursos públicos que alcanza los 23 mil millones de pesos en solo su primer año de ejecución. Aunque Pérez no está vinculado directamente al proceso, Central Park se erige como un monumento a su administración, testigo de sus ambiciones y desafíos. Concebido como un autódromo profesional, el proyecto se ha visto empañado por fallas en la contratación, ejecución deficiente de recursos y materiales, así como deficiencias en los controles y seguimiento de los cronogramas. La sombra de la incertidumbre se cierne sobre este emblemático parque, que avanza con lentitud y obstáculos. Iniciado durante el mandato de Pérez, su construcción ha sido un largo camino plagado de obstáculos técnicos, contractuales y financieros. Aunque presenta un avance del 86%, la polémica lo ha envuelto desde su concepción. El sueño de convertirse en el epicentro del deporte a motor se desvanece ante la realidad de obras inconclusas y una gestión marcada por la opacidad y la controversia. La promesa de una inauguración en octubre del 2023, en manos del gobernador Aníbal Gaviria, refleja un intento por rescatar la dignidad de un proyecto sumido en la incertidumbre. La petición del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, de agilizar los trabajos resalta la urgencia de dar fin a esta odisea. Sin embargo, las disputas políticas y las discrepancias en la gestión han dejado a Central Park en un limbo de promesas incumplidas y expectativas frustradas. El legado de Luis Pérez, en este contexto, se ve matizado por luces y sombras. Si bien su visión de progreso lo llevó a impulsar proyectos ambiciosos como Central Park, la falta de transparencia y eficiencia en su ejecución ha dejado un legado cuestionable. El reto para las autoridades actuales es claro: poner fin a la saga de incertidumbre y controversia que ha rodeado a Central Park, devolviéndole su lugar como un símbolo de desarrollo y progreso para el Área Metropolitana de Medellín y Antioquia.