Publicado, 8/18/2024
La llegada del príncipe Harry y Meghan Markle quienes fueron recibidos con honores por la vicepresidenta Francia Márquez, ha sido una de las visitas más comentadas y criticadas en Colombia. Aunque la visita forma parte de una gira oficial en la que los duques pretenden abordar temas de ciberacoso y derechos sociales, lo que llamó la atención no fueron los eventos programados, sino la curiosa razón detrás de la invitación, la cual no es otra que un documental de Netflix. Sí, leyó bien. La vicepresidenta confesó haber extendido la invitación a la pareja real tras quedar “conmovida” por su serie en la famosa plataforma de streaming. Esta declaración que dejó a más de uno con la boca abierta fue la siguiente: “A Meghan y Harry los conocí a través de los medios de comunicación, pero, sobre todo, vi la serie en Netflix sobre su vida, su historia, y eso me conmovió, me motivó, me llevó a decir que Meghan es una mujer que merece venir a nuestro país y contar su historia”. Estas declaraciones resonaron no solo en Colombia, sino también en el Reino Unido, donde la prensa británica no tardó en ironizar sobre el nuevo enfoque de la diplomacia colombiana, apodándolo como “Netflix Diplomacy”. El diario Británico The Sun, conocido por su sensacionalismo, no dejó pasar la oportunidad de burlarse de la situación con un titular mordaz: "Solo invitamos a Harry y a Meghan porque me gustaron en Netflix". La nota destacaba el llamativo método de selección de invitados internacionales por parte de Márquez, cuestionando si ahora cualquier figura pública que protagonice una serie en la plataforma podría recibir una invitación oficial del gobierno colombiano. Críticas desde la oposición Francia Márquez, conocida por su discurso anticolonialista y antiimperialista, fue objeto de duras críticas por parte de figuras de la oposición, quienes no tardaron en señalar la aparente contradicción entre sus principios y su actitud hacia la realeza británica. Andrés Escobar, concejal del partido Centro Democrático, expresó en su cuenta de X su incredulidad ante la recepción de los duques de Sussex: “Se ve muy sonriente nuestra Francia después de hacer su reverencia con la rodilla izquierda tocando el suelo ante los duques. Pensé que los iba a recibir con arengas y su acostumbrado discurso de la deuda histórica y ancestral”. Este comentario sarcástico fue solo uno de los muchos que se lanzaron contra Márquez, a quien se le acusó de incoherencia y de traicionar sus supuestos principios. Por su parte, el representante a la Cámara, Miguel Polo Polo, también conocido por su postura crítica hacia el actual gobierno, no se quedó atrás. Polo Polo, en un tono que bordeaba entre la crítica y el desprecio, expresó: “Francia Márquez, la ‘anti racista’, ‘anti imperialista’ y ‘anti colonialista’, en una foto con la elite mundial, uno de ellos descendientes de la corona británica, uno de los imperios más colonizadores y esclavistas que haya existido. Así es la izquierda, hipócrita”. Y añadió, con ironía, que si él hubiese posado en una foto similar, las críticas habrían sido inmediatas y devastadoras: “Fuera yo el de la foto y los mamertos hubieran salido a decir: ‘El esclavo encadenado sonriente con sus amos’”. La prensa internacional no perdonó La prensa británica, siempre atenta a los movimientos de los duques de Sussex, no tardó en reaccionar. Además de The Sun, otros medios como el Daily Mail y Sky News se sumaron a las críticas. El Daily Mail, por ejemplo, no solo resaltó la inusual razón detrás de la invitación de Márquez, sino que aprovechó para rememorar algunas de las polémicas que han rodeado a la vicepresidenta desde que asumió su cargo, incluyendo el uso de helicópteros como taxis. Es evidente que, para los británicos, la visita de Harry y Meghan a Colombia, lejos de ser un acto diplomático significativo, fue vista como un episodio más en la serie de desaciertos de la pareja real y sus anfitriones. Sky News, por su parte, mencionó que la visita, que supuestamente buscaba “mostrar el patrimonio cultural de Colombia y centrar la atención en las prioridades personales de la pareja”, se vio opacada por las desafortunadas declaraciones de Márquez. A pesar de intentar rescatar algo positivo al mencionar cómo plataformas como Netflix pueden conectar al mundo de maneras inesperadas, el daño ya estaba hecho: la imagen de Colombia en la prensa internacional quedó marcada, una vez más, por la falta de seriedad y criterio en la gestión pública. La visita de los duques de Sussex a Colombia, que en teoría debería haber sido una oportunidad para fortalecer lazos diplomáticos y promover causas sociales, terminó siendo un capítulo más en la historia de desatinos de la política colombiana. La confesión de Francia Márquez sobre su ‘motivo Netflix’ para invitar a Harry y Meghan no solo puso en entredicho la seriedad de su gestión, sino que también expuso una preocupante tendencia en la diplomacia contemporánea: la sustitución del criterio político por el fanatismo mediático.