Publicado, 9/16/2024
Este domingo 15 de septiembre de 2024, Donald Trump volvió a estar en el centro de la atención tras lo que parece ser otro intento de asesinato en su contra. Esta vez, el incidente ocurrió en el Trump International Golf Club en West Palm Beach, Florida. Apenas dos meses después de un ataque fallido en Pensilvania que casi le costó la vida. Según reportes, el tiroteo se originó cuando los agentes del Servicio Secreto, avistaron a un hombre armado con un rifle AK-47 desde la línea de arbustos cercana. El arma tenía una mira telescópica, lo que sugiere que el individuo estaba preparado para un ataque de precisión. Tras detectar el rifle sobresaliendo de la cerca, los agentes abrieron fuego, lo que provocó la huida del sospechoso. No obstante, ante la rápida reacción de la policía local, liderada por el sheriff William D. Snyder, el presunto homicida fue capturado en el condado de Martin, cerca de la autopista Interestatal 95. El hombre identificado por las autoridades como Ryan Wesley Routh, al momento de su aprehensión no estaba armado. Sin embargo, en la escena del crimen se encontraron dos mochilas con baldosas de cerámica, una cámara GoPro y el rifle AK-47, lo que indica una planificación detallada. Reacciones y especulaciones Trump no tardó en reaccionar al atentado, publicando en sus redes sociales y en correos electrónicos mensajes de fortaleza y determinación. “Nunca me detendré. Nunca me rendiré”, proclamó en un correo electrónico, acompañado de una petición de recaudación de fondos. En una declaración oficial, el hoy candidato a la presidencia aseguró que su determinación era “aún más fuerte después de otro atentado contra mi vida”. Sin embargo, estas palabras, cargadas de dramatismo, son vistas por muchos como un intento de capitalizar políticamente los ataques, algo que ha sido una constante en su retórica reciente. Por su parte, la Casa Blanca emitió un comunicado momentos después del ataque, en el que el presidente Joe Biden expresaba su preocupación y condenaba los hechos. "Estamos profundamente aliviados de saber que el expresidente Trump está a salvo", declaró el presidente. "La violencia política es inaceptable en todas sus formas, y no tiene cabida en nuestra democracia. Mi equipo se mantendrá informado sobre los avances de la investigación, y seguiremos trabajando para garantizar la seguridad de todos los candidatos". Del mismo modo, la vicepresidenta y Kamala Harris, quien se enfrentará a Trump en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, también se mostró preocupada por la situación. “Es preocupante ver cómo la violencia política se ha convertido en una constante en nuestra sociedad. No podemos permitir que esto se normalice”, dijo Harris en un evento de campaña en Nueva York. “A pesar de nuestras diferencias políticas, debemos garantizar que todos los candidatos puedan hacer campaña de manera segura. Mi equipo y yo estamos comprometidos a trabajar por un país donde las personas puedan expresarse libremente sin temor a represalias violentas”. Mientras tanto, el FBI y el Servicio Secreto han asegurado que continúan investigando el caso. Fuentes policiales han confirmado que el rifle AK-47 y otros objetos fueron recuperados en la escena del crimen, y aunque el detenido Routh aún no ha hecho declaraciones públicas, los agentes encargados del caso lo mantienen como el principal sospechoso.