Publicado, 7/29/2024
El silencio, dicen, puede ser ensordecedor. Y nada lo demuestra mejor que la ausencia de comentarios del presidente colombiano, Gustavo Petro, frente al evidente fraude electoral en Venezuela. El domingo 28 de julio de 2024, el vecino país de Venezuela fue testigo de unas elecciones presidenciales que, de haber sido legítimas y transparentes, podrían haber puesto fin a 25 largos años de régimen chavista. No obstante, lo que presenciamos fue una farsa electoral con la reelección de Nicolás Maduro para un tercer mandato consecutivo. Mientras el continente entero alzaba la voz en protesta, Petro permaneció inexplicablemente callado. La ambigüedad del presidente Petro En los días previos a las elecciones, Gustavo Petro solo hizo un pronunciamiento sobre el proceso electoral en Venezuela. El 26 de julio, con un mensaje ambiguo en su cuenta de X, el mandatario comentó: "Venezuela toma decisiones democráticas. Cualquiera que sea su voluntad será respetada por mi Gobierno". Este comentario, lejos de despejar dudas sobre su posición, dejó a muchos con más preguntas que respuestas. ¿A qué se refería con "decisiones democráticas" en un país donde la democracia ha sido sistemáticamente erosionada por el régimen de Maduro? Este fue el único comentario de Petro sobre Venezuela en días cruciales. La reelección del tirano Nicolás Maduro: fraude a la vista El 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, controlado por el régimen, proclamó a Maduro ganador con 5,15 millones de votos (51,2%) frente a los 4,45 millones de votos (44,2%) obtenidos por Edmundo González, el candidato de la oposición. Sectores de la oposición venezolana y numerosos observadores internacionales denunciaron un fraude masivo, destacando inconsistencias en el proceso electoral y fallos en el sistema de votación. Reacciones internacionales y el silencio de Petro Numerosos países, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea, cuestionaron la legitimidad de las elecciones y pidieron transparencia total y contundente en el reconteo de votos. En contraste, la Cancillería colombiana emitió un tímido comunicado pidiendo "el conteo total de los votos, su verificación y auditoría de carácter independiente". Sin embargo, la sorpresa mayor fue la falta de pronunciamiento del presidente Petro. Cuestionamientos internos en Colombia La exalcaldesa de Bogotá, Claudia López, criticó duramente a Petro en Blu Radio: “Me asombra que un tuitero como Petro esté en silencio. Su silencio solo es complicidad que legitima corrupción y fraude. La dictadura de Maduro se quedó en el poder con un fraude que vio todo el mundo”. Otros políticos, como Alejandro Gaviria y Carlos Galán, también expresaron su descontento, calificando el silencio de Petro como una vergüenza y una traición a los principios democráticos. Petro y sus elecciones favoritas Lo más irónico es que Petro ha mostrado un interés peculiar en elecciones de otros países. Comentó con entusiasmo sobre los comicios legislativos en Francia, celebrados el 30 de junio y 7 de julio de 2024, y la elección del nuevo parlamento de la Unión Europea. En ambos casos, sus comentarios fueron rápidos y apasionados, celebrando las victorias de los movimientos de izquierda y condenando los avances de la derecha. “Francia ha dado una de estas batallas. El Frente Popular ha ganado. Retroceden los Nazis. La humanidad tiene una nueva oportunidad. Felicitaciones al progresismo francés Jean-Luc Mélenchon”, dijo el 7 de julio. De igual manera, también se pronunció extensamente sobre las elecciones en Argentina en 2023, apoyando al candidato oficialista Sergio Massa, quien perdió ante el hoy presidente Javier Milei. Petro no dudó en calificar la victoria del libertario Milei como “triste para América Latina” y una señal de que el “neoliberalismo ya no tiene propuesta para la sociedad”. Este contraste entre su ferviente interés en otras elecciones y su total silencio sobre el fraude en Venezuela es, como mínimo, desconcertante. La Complicidad del Silencio La crítica más fuerte viene de la percepción de complicidad. Muchos en Colombia y en el extranjero ven el silencio de Petro como una aprobación tácita del régimen de Maduro. María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, señaló que “los países no deben aceptar un resultado amañado para perpetuar a un tirano perseguido por la justicia internacional”. Otros, como David Luna, exigieron un pronunciamiento claro del presidente y del canciller Luis Gilberto Murillo sobre el fraude electoral. ¿Un Precedente Peligroso? El silencio de Petro no solo es visto como una traición a los principios democráticos, sino también como un peligroso precedente. Si Colombia, bajo el liderazgo de Petro, no condena el fraude electoral en Venezuela, ¿qué mensaje envía esto sobre su compromiso con la democracia en su propio país? “Colombia no puede reconocer la dictadura de Maduro, no seremos cómplices”, insistió el Senador David Luna. El silencio de Gustavo Petro sobre el evidente fraude electoral en Venezuela no puede ser ignorado ni excusado. En un momento en que la democracia en América Latina está bajo ataque, el liderazgo requiere valentía y claridad. Petro ha demostrado un preocupante sesgo, eligiendo cuidadosamente cuándo y dónde expresar su apoyo a la democracia. Su silencio ensordecedor ante la reelección fraudulenta de Maduro es una mancha en su presidencia y una traición a los valores democráticos que afirma defender. Con su nulo pronunciamiento y la timidez de su gobierno al no condenar la que a toda luz es un acto antidemocrático y dictatorial, no solo ha decepcionado a quienes esperaban una postura firme contra el autoritarismo y la represión, sino que también ha puesto en duda su propio compromiso con la democracia. La historia juzgará su falta de acción en este momento crucial.