Publicado, 12/19/2024
En el marco del escándalo por corrupción que envuelve a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), las recientes declaraciones de la exconsejera presidencial para las Regiones, Sandra Ortiz, han encendido la opinión pública en las últimas horas. Ortiz acusó directamente a Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE) y mano derecha del presidente Gustavo Petro, de estar al tanto de las irregularidades y de ser parte de un supuesto complot en su contra. El caso gira en torno a la malversación de 46.800 millones de pesos (aproximadamente 10,5 millones de dólares) destinados a la compra de 40 carrotanques para abastecer de agua a las comunidades de La Guajira. Según las investigaciones, los contratos no cumplieron los requisitos legales ni técnicos, lo que resultó en la pérdida de estos fondos. Ortiz: "Sarabia sabía de las irregularidades" En una declaración ante la Fiscalía el pasado miércoles 18 de diciembre, Ortiz afirmó haber alertado a la directora del DAPRE sobre las anomalías en las adquisiciones. “Yo misma denuncié la corrupción de los carrotanques. Tras la denuncia de la periodista Paula Bolívar sobre 30 carrotanques, yo generé alertas mensuales y aviseé a Sarabia sobre 10 carrotanques más”, declaró Ortiz. Además, Ortiz acusó a Sarabia de orquestar un complot para incriminarla. “Esa persona tiene mucho poder y está al lado del Presidente. Fue ella quien armó todo para que yo estuviera aquí. Se habla no solo con la Fiscalía, sino también con la Procuraduría y otros entes poderosos”, aseguró Ortiz, quien también expresó temer por su seguridad y la de su familia tras haber sufrido un atentado que, según ella, no ha sido investigado adecuadamente. La defensa de Laura Sarabia Por su parte, Sarabia ha negado categóricamente estas acusaciones. En un mensaje publicado en su cuenta de X, escribió: “Liderar un complot: cumplir con todos los requerimientos judiciales que me han hecho las autoridades como directora del DAPRE para entregar información”. También detalló que su ingreso al DAPRE, el 28 de febrero de 2024, estuvo marcado por decisiones contundentes, como solicitar la renuncia del entonces director de la UNGRD y suspender toda contratación, decisiones que asegura estar respaldadas por evidencias documentales. Sarabia ha calificado las acusaciones de Ortiz como "infundadas" y parte de una estrategia para desviar la atención de los verdaderos responsables del entramado de corrupción. “He cumplido mi labor como funcionaria pública, pero entiendo que el que las hace se las imagina”, declaró Sarabia, deslindándose de cualquier relación con los hechos imputados. El rol de Sandra Ortiz en la investigación Ortiz enfrenta graves acusaciones por parte de la Fiscalía, que la señala de traficar influencias y lavar activos. Según el ente investigador, Ortiz transportó 3.000 millones de pesos en una camioneta oficial de la Unidad Nacional de Protección, dinero que supuestamente fue entregado al expresidente del Senado, Iván Name. La jueza encargada del caso ordenó su detención preventiva, argumentando que los elementos probatorios presentados por la Fiscalía prevalecen sobre la defensa de Ortiz. Sin embargo, Ortiz ha insistido en su inocencia y ha reiterado que su situación responde a un "chivo expiatorio" para proteger a los verdaderos culpables. En su apelación, afirmó: “Ahí hubo corrupción, pero las personas realmente implicadas no están aquí y nunca las van a mencionar porque ese era un negocio de ellos y de otros terceros”. Mientras las investigaciones avanzan y se espera la revelación de nuevos detalles, este caso de corrupción en la UNGRD continúa socavando la credibilidad del Gobierno Petro. Las acusaciones cruzadas entre Ortiz y Sarabia han puesto de manifiesto un clima de desconfianza y polarización dentro del Ejecutivo. La combinación de intereses políticos, corrupción y negligencia administrativa evidenciada en esta trama sigue alimentando la indignación ciudadana, mientras crece la exigencia de respuestas claras y justicia ante un sistema que, hasta ahora, avanza con lentitud