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Joe Biden

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Joe Biden

Presidente de Estados Unidos

Partido Demócrata

Nacido el 20 de noviembre de 1942 (81 años) en Scranton, Pensilvania, es un abogado y político estadounidense del Partido Demócrata. Actualmente, es el 46.º presidente de los Estados Unidos, cargo que asumió el 20 de enero de 2021, tras servir como vicepresidente de 2009 a 2017 bajo la administración de Barack Obama. Biden creció en Scranton y luego en Wilmington, Delaware. Estudió en la Universidad de Delaware y luego en la Facultad de Derecho de la Universidad de Siracusa, donde obtuvo su Juris Doctor en 1968. Fue admitido en el Colegio de Abogados de Delaware ese mismo año. Comenzó su carrera política como miembro del consejo del condado de New Castle y luego fue elegido al Senado de los Estados Unidos en 1972, convirtiéndose en uno de los senadores más jóvenes de la historia estadounidense. Fue reelegido seis veces y se destacó en comités clave como Relaciones Exteriores y Asuntos Judiciales. Durante su tiempo como vicepresidente, Biden jugó un papel importante en la administración Obama, supervisando esfuerzos legislativos importantes y políticas exteriores clave, como la retirada de tropas de Irak. En 2020, Biden se postuló para la presidencia y ganó las elecciones generales contra el presidente titular Donald Trump. Su presidencia ha estado marcada por iniciativas como el Plan de Rescate Estadounidense para enfrentar la pandemia de COVID-19 y la reintegración de Estados Unidos al Acuerdo de París sobre el cambio climático. Biden ha sido un defensor de políticas progresistas en temas como el control de armas, derechos civiles y reformas económicas. Es conocido por su experiencia legislativa y su estilo centrista dentro del Partido Demócrata.

Cagadas

Estado de salud incierto de Joe Biden siembra dudas y pone en vilo sus aspiraciones presidenciales de cara a las elecciones en noviembre de este año

Desde su arribo a la casa blanca, Joe Biden ha enfrentado un escrutinio sin precedentes no solo por sus decisiones políticas, sino por su capacidad física y mental, las cuales han sido constantemente cuestionadas debido a su avanzada edad. Con 81 años y en medio de una campaña de reelección que parecía ser una formalidad, Biden ha vivido dos semanas particularmente difíciles que han sacudido su estabilidad política y mental. El jueves 27 de junio, millones de espectadores presenciaron un debate presidencial en Atlanta donde Biden mostró un desempeño bastante cuestionable frente a su rival republicano, Donald Trump. Visiblemente fatigado y desconcertado, Biden en un todo bajo balbuceó sus respuestas y mostró una falta alarmante de claridad mental. Este evento marcó el inicio de una serie de sucesos que han puesto en duda su capacidad para competir efectivamente en las elecciones de noviembre. A pesar de los intentos por parte de su equipo de campaña de justificar su desempeño bajo la excusa de una gripe y posteriormente en una entrevista cara a cara con George Stephanopoulos, Biden no logró disipar las crecientes dudas sobre su estado de salud. Sus respuestas titubeantes y largas pausas durante la entrevista no hicieron más que alimentar especulaciones sobre su idoneidad para continuar liderando el país. La presión sobre Biden se intensificó con llamados públicos de prominentes legisladores de su mismo partido, incluidos representantes de la Cámara de Representantes como Lloyd Doggett y Hakeem Jeffries, quienes instaron al presidente a considerar retirarse de la contienda electoral. Aunque Biden ha recibido expresiones públicas de apoyo de figuras clave dentro del partido, incluida la vicepresidenta Kamala Harris y la ex presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, las dudas persisten. Además del escrutinio político, Biden enfrenta la resistencia de importantes donantes demócratas que han condicionado su apoyo financiero a un cambio en la candidatura presidencial. Figuras como Abigail Disney y Gideon Stein han expresado abiertamente su escepticismo sobre la capacidad de Biden para derrotar a Trump en las elecciones generales. Del mismo modo, los recientes lapsus verbales de Biden, como confundir al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, con Vladimir Putin en una conferencia de la OTAN y posteriormente en una rueda de prensa a su propia vicepresidenta Kamala Harris con Donald Trump, han generado una abundante preocupación sobre su capacidad cognitiva. Estos errores han sido interpretados como evidencia de una posible disminución mental que podría afectar como se está viendo su desempeño en la campaña así como también un eventual segundo mandato, lo que supondría para los estadounidenses poner en riesgo los intereses de los Estados Unidos en el mundo. A pesar de las encuestas desfavorables que lo sitúan detrás de Trump en estados clave y una creciente desaprobación dentro de su propio partido, Biden insiste en su derecho y capacidad para continuar liderando la nación. Argumenta que su experiencia y logros durante su mandato lo hacen el candidato más calificado, a pesar de los desafíos evidentes que enfrenta. Asimismo, Biden. Al ser consultado sobre si estaría dispuesto a someterse a una prueba el presidente contestó: “Realizo un test cognitivo todos los días. No solo estoy haciendo campaña, sino que estoy dirigiendo el mundo”. La campaña de reelección de Joe Biden se encuentra en una encrucijada crítica. Con el reloj electoral en marcha y las presiones internas y externas aglutinándose una tras otra, Biden enfrenta la difícil tarea de convencer a los miembros escépticos de su partido y al electorado de que es capaz de superar los desafíos personales y políticos que amenazan su presidencia. El futuro de Biden en la política estadounidense depende de cómo maneje estas turbulencias en los próximos meses.

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Promesas cumplidas

Joe Biden promete una transición pacífica y ordenada del poder a Donald Trump tras la victoria del candidato republicano

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció recientemente que se comprometerá a realizar una “transición pacífica y ordenada” del poder a su sucesor, Donald Trump, quien ganó las elecciones presidenciales en dicho país. Biden, en una declaración televisada desde la Casa Blanca, afirmó haber hablado con Trump y asegurado a la administración entrante que su equipo trabajará en conjunto para garantizar que la transferencia de poder transcurra sin inconvenientes. El presidente Biden, de 81 años, enfatizó su compromiso con la “paz y el orden” en el proceso de transición, así como su deseo de calmar los ánimos de una nación polarizada: “Independientemente de a quién hayan votado, debemos vernos como conciudadanos estadounidenses y bajar la temperatura”. En sus declaraciones, Biden resaltó la importancia de la unidad y pidió a los estadounidenses que “amen al país sin importar quién haya ganado”. Estas declaraciones fueron vistas como un llamado a la calma, en un esfuerzo por reducir la tensión luego de una reñida campaña que reabrió viejas divisiones en la sociedad estadounidense. Biden también elogió a la candidata demócrata y su vicepresidenta, Kamala Harris, quien fue derrotada en las urnas y reconoció oficialmente la victoria de Trump. Harris, en un acto público en la Universidad de Howard en Washington, expresó su compromiso con una transición ordenada y aseguró que trabajará en la transferencia de poder de manera pacífica. Con palabras llenas de esperanza, Harris afirmó que, aunque “el resultado no es lo que queríamos ni por lo que luchamos”, seguirán creyendo en el futuro de Estados Unidos. El llamado de Biden a la paz y su disposición a trabajar con Trump en la transición contrasta con el discurso de Trump en 2020, cuando el republicano se negó a aceptar la derrota, alentando a sus seguidores a protestar y generando el caos en el asalto al Capitolio. Aunque en esta ocasión Biden reiteró su fe en la “honestidad y transparencia” del sistema electoral, insistiendo en que “se puede confiar en él se gane o se pierda”. La Casa Blanca emitió un comunicado horas después del discurso de Biden, destacando el compromiso del presidente saliente con un proceso de transición sin problemas. “Este esfuerzo de cooperación entre ambas administraciones busca promover el progreso de la nación y unificar el país en beneficio de todos los estadounidenses”, afirmó un portavoz del gobierno. A su vez, el equipo de Trump agradeció el gesto, indicando que el presidente electo “valora la disposición de Biden para un proceso ordenado y sin conflictos”. Finalmente, el presidente Biden, quien aún cuenta con 74 días en el cargo, aseguró que hará “que cada día cuente”, mientras los demócratas esperan que este periodo permita fortalecer el partido para enfrentar la administración entrante. Los retos políticos que se avecinan mantienen en vilo a los votantes y a los observadores, pues el nuevo liderazgo de Trump y la postura conciliadora de Biden podrían establecer un precedente de cómo se desarrollarán las relaciones políticas en los próximos años en un país que sigue profundamente dividido.

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