Publicado, 8/23/2024
El pasado jueves 22 de agosto de 2024 la Sociedad de Activos Especiales (SAE) hizo un importante acto que quedará enmarcado en la historia del departamento de Córdoba, al entregar tierras a campesinos de la región. Entre las propiedades entregadas figura la exuberante finca Nuevo México, que hasta entonces pertenecía al excongresista y parapolítico Musa Besaile, político vinculado al escándalo de Odebrecht, el cartel de la Toga, entre otros procesos. La entrega de esta finca, junto con otros predios, no solo representa un acto de justicia, sino también un esfuerzo del gobierno de Gustavo Petro por redistribuir los recursos que alguna vez fueron apropiados por personajes corruptos y violentos. La finca Nuevo México, que ostenta 497 hectáreas en terreno fértil y que se encuentra ubicada en el municipio de Sahagún, Córdoba. Había sido adquirida en su momento por el exsenador con fondos que provenientes de la corrupción que este ejercía a través de su figura política, siendo parte del botín que acumuló durante su carrera como servidor público, la cual se ha visto empañada por su implicación en múltiples escándalos de corrupción, siendo el más notorio el de Odebrecht. La SAE, en un acto simbólico y de relevancia social, entregó esta finca a la Organización Asocamila, una agrupación de campesinos que ahora tiene la oportunidad de transformar esta tierra en una fuente de sustento y desarrollo para sus familias y la comunidad en general. Del mismo modo, la SAE también entregó otros predios, incluyendo Maragón, Tengo Amores, Las Monitas, y Tucunare, que en conjunto suman más de 1.500 hectáreas. Estos terrenos, todos ubicados en la región sabanera de Sahagún, fueron confiscados a personas involucradas en delitos como lavado de activos, narcotráfico y corrupción. De manera particular, la finca Maragón, con sus 710 hectáreas, fue entregada a la organización Los Laureles, mientras que la finca Tengo Amores, con 40 hectáreas, fue asignada a nuevos ocupantes para la implementación de proyectos agrícolas y piscícolas. Por su parte, la finca Las Monitas, con 114 hectáreas, se destinó a la Asociación Rosmug, beneficiando directamente a 18 personas. El impacto de esta redistribución de tierras va más allá de la simple transferencia de propiedades. La entrega busca contribuir significativamente a la economía popular de la región, impulsando la producción agrícola y mejorando la calidad de vida de los campesinos. Estos predios, que alguna vez estuvieron en manos de quienes explotaban el poder y la influencia para su propio beneficio, ahora son vistos como un motor para el desarrollo social y económico de Córdoba. La SAE, en cumplimiento del mandato del presidente Petro, ha demostrado con este acto su compromiso con la reforma agraria, la justicia social, la recuperación de activos ilícitos y su redistribución en beneficio de las comunidades más necesitadas. Esta entrega no solo busca resarcir a las víctimas del abandono estatal y la violencia, sino también marcar un precedente en la lucha contra la corrupción en Colombia. La finca que una vez simbolizó la impunidad y corrupción ahora se convierte en un emblema de esperanza y futuro para los campesinos de Sahagún.