Publicado, 3/24/2024
Las acusaciones de corrupción en la administración del exalcalde Daniel Quintero han dejado a Medellín sumida en un escándalo sin precedentes, revelando una red de presunta malversación de fondos públicos y manipulación de contratos que ha conmocionado a la ciudad. Entre las múltiples denuncias presentadas por el actual alcalde Federico Gutiérrez, dos casos destacan por su gravedad y complejidad: el turbio negocio del predio 'Aguas Vivas' y la controvertida compra de una funeraria por cinco mil millones de pesos. El megalote de Aguas Vivas, ubicado entre Las Palmas y El Poblado, se convirtió en el epicentro de una trama de corrupción que implicó a figuras prominentes y empresas vinculadas a la administración municipal. Lo que comenzó como una cesión del terreno a la alcaldía en 2019, terminó en un escandaloso aumento del valor del predio del 1.700%, pasando de 2.711 millones de pesos a 48.234 millones de pesos en solo un año. Esta valorización sospechosa desencadenó una serie de eventos legales, incluyendo una solicitud de pago por parte de los anteriores propietarios y una audiencia de conciliación ante la Procuraduría. A pesar de la negativa inicial, la alcaldía terminó aprobando un pago de 40.509 millones de pesos, una decisión que fue posteriormente revocada por el Tribunal Administrativo de Antioquia. Además, se reveló que el contratista beneficiado con esta transacción también recibió un millonario contrato para la reparación de la Biblioteca España, aumentando aún más las sospechas de favoritismo y conflicto de intereses. Por otro lado, la compra de una funeraria por parte de la administración de Quintero para la construcción de la guardería Buen Comienzo ha generado un escándalo adicional. Con un costo de $5.182 millones, la adquisición de este terreno se realizó sin considerar los requisitos urbanísticos mínimos, lo que plantea serias dudas sobre la legalidad del proceso. Esta operación, junto con otras acusaciones de corrupción en los contratos de alimentación del programa Buen Comienzo, ha llevado a la presentación de denuncias formales ante la Personería y la Contraloría. Además, se ha mencionado a Manuel Riaño, exdirector de Buen Comienzo, en relación con estas presuntas irregularidades administrativas. Estos casos representan solo una fracción de las denuncias de corrupción presentadas por Federico Gutiérrez, que abarcan desde la compra subvalorada de vehículos chatarra hasta la asignación irregular de contratos en el ámbito educativo. La complejidad y gravedad de estas acusaciones han puesto en entredicho la integridad de la administración municipal anterior y han generado una profunda preocupación entre los ciudadanos de Medellín. A medida que las investigaciones continúan su curso, la atención pública y las autoridades permanecen vigilantes, en espera de resultados concretos que permitan castigar a los responsables y restaurar la confianza en el gobierno local.